El poder la voz como interfaz: informática ambiental
La tecnología se ha convertido en una forma de esclavitud tan rápido que apenas hemos tenido tiempo de reaccionar. Cuando hemos querido tomar control de nuestras vidas ya estábamos demasiado enganchados a las pantallas de nuestros dispositivos. Pero parece que todo apunta a nuevas formas de interacción más allá del interface visual. Hablo de una nueva informática ambiental o ubicua. Hablo del poder de la voz y del movimiento.
Esta nueva concepción emergente del acceso a la red se fundamenta en la visión de interactividad no ligada a un dispositivo en particular. La voz es el punto de entrada principal, liberando a los usuarios de tareas como desbloquear el dispositivo, abrir una aplicación o escribir contraseñas y URLs.
Hace pocas semanas, Amazon ha presentó una batería de productos que se suma a la ya amplia gama de dispositivos equipados con Alexa, así como nuevas funcionalidades, voces y características. Está claro que la compañía de Bezos tiene muy claro que quiere ser el sistema operativo de nuestras vidas. Por esto, es importante reclamar más apertura en estas tecnologías, más competencia y limitar las prácticas monopolísticas, permitiendo que la creatividad de los desarrolladores fluya más allá de los intereses comerciales de las grandes corporaciones. En definitiva, equilibrio.
La informática ambiental tiene gran potencial para los desafíos que tiene que abordar nuestra sociedad como son los retos de los servicios sociales en una estructura demográfica envejecida, la productividad en nuevos escenarios que permitan la conciliación familiar, la necesidad de un nuevo paradigma de privacidad, la democratización del acceso a la información y generación de contenido plural. Son muchas más cosas más allá del comercio.
Sería una lástima que el poder de la voz se convirtiera en los próximos años en un nuevo eslabón de la cadena que todos hemos aceptado.